El TSJPV ha emitido sentencia por la que reconoce que la dermatitis alérgica por exposición a los diversos componentes tóxicos de la pintura.
El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) ha emitido sentencia por la que reconoce que la dermatitis alérgica por exposición a los diversos componentes tóxicos de la pintura, entre los que se encuentran las resinas epoxi, que afecta un extrabajador de la empresa, es una enfermedad profesional y se ha desarrollado por el contacto a los citados componentes de la pintura, según ha informado CC.OO. Euskadi.
En un comunicado, el sindicado ha señalado que la sentencia reconoce que al trabajador «no se le practicaron los reconocimientos médicos específicos oportunos a la que estaba obligada la empresa Recubrimientos Anticorrosivos Mendieta SL, en la que el trabajador ha venido prestado servicio durante años».
A su vez, ha añadido el sindicato, se constata que el Servicio de Prevención que realizaba los reconocimientos médicos «realizó una deficiente vigilancia de la salud, no realizó ningún tipo de estudio específico sobre las alergias que padecen los trabajadores, ni específicamente el trabajador afectado».
El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco ratifica, según ha indicado CC.OO. Euskadi, «la relación causa-efecto entre la realización de trabajos de pintura y la aparición de la enfermedad, estableciendo que la reacción alérgica sobrevino mientras el trabajador prestaba servicios, actuando de subcontrata y establece la clara responsabilidad de la mutua en el pago de las prestaciones de incapacidad temporal del trabajador enfermo, mientras la mutua trataba con sus recursos, eludir las prestaciones, sin afectar al desempleo y cargar los costes sanitarios a Osakidetza».
Para el responsable de Salud Laboral de CC.OO. de Euskadi, Jesús Uzkudun, esta nueva sentencia del TSJPV «deja una vez más al descubierto la despótica actitud la mutua contra los derechos de los trabajadores y la chapucera vigilancia sanitaria del servicio de prevención». Por esta razón, Uzkudun ha reclamado a Osalan y Osakidetza «una actitud más beligerante contra estas prácticas».
A su entender, «resulta inadmisible la pasividad del Departamento de Sanidad, permitiendo que las Mutuas roben su presupuesto desviando a Osakidetza enfermedades profesionales y permitir esas malas practicas de los Servicios de Prevención, que favorecen la ocultación de enfermedades profesionales».
