
¿Qué es?
¿Por qué hablamos de salud laboral y mujer, es decir, de la prevención de riesgos laborales desde la perspectiva de género?
Porque para que en una empresa sea efectiva la prevención de riesgos laborales tiene que contemplar las diferencias entre hombres y mujeres, siendo estas:
- Diferencias de sexo
Sin duda los hombres y mujeres no son iguales biológicamente. La mujeres tienen menor talla, peso, masa muscular, grosor de la piel, consumo metabólico, capacidad pulmonar, función endocrina, etc. y estas diferencias influyen por ejemplo en el nivel de toxicidad de algunos químicos, en la exigencia física, respuesta ante el estrés térmico de ambos sexos entre otras. - Desigualdades de género
Nos referimos a las diferencias socialmente construidas entre hombres y mujeres que son evitables y en la mayoría de los casos injustas para las mujeres. En el caso del trabajo asalariado, están relacionadas con el tipo de contratación, sectores y puestos de trabajo desempeñados por mujeres, condiciones precarias, brecha salarial, dificultades de promoción, etc. Y todas estas diferencias hacen que las mujeres estén expuestas a unos riesgos diferentes a los de los hombres, y que por lo tanto no sufran los mismos efectos sobre la salud.
En definitiva, la práctica de la prevención de riesgos laborales en una empresa debe contemplar ambas vertientes para que los riesgos que sufren las mujeres dejen de ser considerados como “más ligeros, menores” y se prioricen e intervengan, desde el punto de vista preventivo, con igual intensidad que aquellos que sufren los hombres.
Tipos de riesgos
Un mismo riesgo puede tener efectos diferentes en mujeres y hombres. Por eso, cuando realicemos una evaluación de riesgos laborales y, por supuesto, un plan de prevención de riesgos, debemos tener esto en cuenta, y detectar:- Por un lado, los riesgos laborales con impacto de género, es decir, aquellos que afectan tanto a hombres como a mujeres, pero que, debido a las diferentes constituciones entre ambos sexos, afectan a cada uno de forma distinta. Estos son los “Riesgos Químicos”, los “Riesgos Ergonómicos” y los “Riesgos Psicosociales”.
- Por otro, los riesgos específicos de las mujeres. Por ejemplo, el acoso sexual o el acoso por razón de sexo, o la doble presencia, al que las mujeres son especialmente vulnerables.
- El riesgo en el embarazo y en la lactancia.
Para conocer más: “Guía Mujer, Trabajos y Salud”
El trabajo sindical es fundamental para prevenir o minimizar estos riesgos. Trabajadora, si crees que en tu puesto de trabajo te afectan uno o varios de estos riesgos, acude a tus delegados y/o delegadas de prevención, o ponte en contacto con tu sindicato. Pincha aquí.
Artículos
- Dossier: Mujeres. Leer en www.porexperiencia.com
- Discriminadas en invisibles. La salud laboral de las mujeres en Europa. Leer en www.porexperiencia.com
- Mujeres y trabajos. Más instrumentos para una prevención igualitaria. Leer en www.porexperiencia.com
- Lesiones músculo-esqueléticas en el trabajo: las mujeres enferman más que los hombres. Leer en www.porexperiencia.com
- 5 errores comunes en una evaluación de riesgos sin perspectiva de género. Leer en www.porexperiencia.com
- Planes de igualdad: avanzamos en la salud laboral con enfoque de género. Leer en www.porexperiencia.com